La historia de Álvaro González Lonzieme. Un joven oficial de la armada que supo a su corta edad dar contención y ánimo a todos los tripulantes de una de las balsas en el gélido mar del sur. 

El Crucero General Belgrano se hundió el 2 de mayo. La guerra ya estaba declarada y se sabía que los combates tanto terrestres, aéreos y navales iban a ser muy duros. Un submarino a las 16:02 de ese día lanzó dos torpedos que se hundió una hora más tarde. Más de 300 marinos se fueron a pique junto con él, y otros tantos murieron en las balsas o en días posteriores. Otros 700 fueron rescatados 36 horas después. 

Los aviones y los buques buscaron por horas, hasta que lograron verlos. En esta apasionante historia, Álvaro González Lonzieme y Ricardo Lepron nos cuentan como fue el hundimiento, la supervivencia y el rescate.