Más de 85 mil personas se reencontraron con el rock en dos jornadas inolvidables.

Con fiesta, con rock, con música popular argentina y federal se fue el encuentro más esperado, luego de dos años de una obligada interrupción por la pandemia del coronavirus.

La Mona Jiménez estuvo a cargo del cierre y junto a él, Juanse y Micky Rodríguez pusieron el punto final a una edición que se caracterizó por la alegría del reencuentro pero también por haber atravesado en forma definitiva las fronteras entre los géneros.

En la primera jornada pasaron 154 artistas que se distribuyeron en los nueve escenarios del festival. Tuvo 45 mil espectadores que disfrutaron de los Escenarios Norte y Sur, pero también formaron parte de las otras siete propuestas musicales distribuidas en espacios, carpas, y en la Casita del Blues, el espacio blusero del festival que mantiene intacta su mística.

Pero fue el escenario Norte el que se destacó por su gran variedad estilística. Allí Wos fue uno de los artistas más esperados, que subió al escenario luego de Skay y los Fakires.

La segunda jornada del festival, con 40 mil personas completó la cifra de 85 mil que no quisieron perderse este reencuentro sublime de rock, fiesta y sierras. Al atardecer, Fito Páez fue la estrella del Escenario Sur.

El Festival movilizó recursos por 1415 millones de pesos. Cifra que surge de la inversión de la organización más el gasto de los asistentes en diferentes categorías que van del transporte y el alojamiento a la gastronomía.