Córdoba alberga maravillosos escenarios naturales, diversos e imponentes, que ofrecen experiencias únicas.


Las sierras cordobesas son el escenario ideal para la aventura. Podemos sentir en Córdoba la naturaleza en toda su plenitud. Vivir de estas experiencias constituye una excelente forma de disfrutar del tiempo libre y de conocer Córdoba, respetando los ecosistemas y compromotiéndonos con el entorno.
En cada uno de los Valles de la provincia de Córdoba se ofrecen diversas modalidades y actividades de turismo activo. El trekking y el senderismo son una fascinante manera de descubrir los increíbles paisajes de Córdoba y se pueden practicar en todos los rincones cordobeses. Por otra parte, las experiencias overland 4×4 proponen vertiginosas travesías que transitan los lugares menos explorados del territorio provincial.

Las cabalgatas son otra opción para sumergirse en la naturaleza, como también lo es practicar escalada. Los amantes del mountain bike pueden surcar senderos con diferentes grados de dificultad, y quienes disfrutan de los deportes náuticos tienen opciones en los distintos lagos y diques cordobeses. En algunos, es posible incluso hacer buceo.

Por último, adentrarse en medio de una caverna o en áreas naturales protegidas es otra opción de turismo activo en Córdoba.

Cerro Colorado

Cerro Colorado es un lugar único en la provincia de Córdoba y en el país. Se encuentra ubicado en el área norte, a 160 km de la ciudad de Córdoba Capital. Es el escenario en el que los pueblos originarios de Córdoba concibieron la trascendencia de su quehacer, donde elaboraron sus mitos y desarrollaron su vida.

Los indios Comechingones y Sanavirones plasmaron la historia de su pueblo a través de dibujos que aún se conservan en las paredes del legendario Cerro Colorado. Además, este pueblo fue elegido por el reconocido cantautor Atahualpa Yupanqui para vivir. La casa en la que vivió actualmente funciona como un Museo.

La existencia y valor del área data de fines del siglo XIX, cuando el conocido escritor Leopoldo Lugones publicó un artículo sobre su importancia arqueológica. El Cerro Colorado se declara Monumento Histórico Nacional en el año 1961.

Lo más importante para visitar son las pictografías del lugar: dibujos realizados en tres colores, que extienden hasta nuestros días las huellas de la historia de los antiguos habitantes.

Los aleros guardan las imágenes de los primeros europeos en recorrer esas tierras. Las pictografías fueron realizadas en diferentes períodos, entre los siglos V y XVI. Los colores utilizados, al igual que en otras culturas originarias de Latinoamérica, eran el blanco, el negro y el rojo, siendo las menos las inscripciones realizadas con este último color.

Se encuentran unas 3000 pictografías rupestres, que datan de un periodo que va desde el siglo quinto hasta unos 400 años atrás (así, en las pinturas más modernas aparecen representados jinetes a caballo: los conquistadores españoles).

Entre la naturaleza y la historia
Las actividades que se pueden realizar corresponden a visitas guiadas. Se pueden ver algunos de los 100 aleros que contienen pictografías prehispánicas de hasta 1.500 años de antigüedad. También, es posible recorrer dintintos senderos y observar el paisaje. Los cerros de areniscas rojas muestran superficies con formas por demás curiosas, como aleros, grutas y cavernas.

Otra visita recomendada es el museo del cantautor Atahualpa Yupanqui, que fue la casa que eligió para vivir. Lugar donde se respiran su música y su poesía, entre partituras originales y objetos personales: desde su guitarra hasta un cuadro pintado y autografiado por Benito Quinquela Martín.